Dibujo
Todo ilustrador necesita dominar el dibujo, ya que es la base de
cualquier ilustración. Normalmente se realiza a lápiz y de forma manual, pero
en la actualidad también se suele trabajar directamente con el ordenador. Cada
tipo de ilustración requiere un estilo de dibujo diferente.
Técnicas de impresión
Los procesos de grabado nacieron con la invención de la imprenta,
y se han usado a lo largo de la historia por los ilustradores de libros
infantiles para permitir su reproducción múltiple. Actualmente muchos de estos
procesos, como la xilografía, el grabado al linóleo y la serigrafía, se siguen
utilizando por los efectos estéticos que se consiguen. La xilografía y el
linóleo han pervivido hasta el siglo XXI, y se mantienen vivos gracias a la
habilidad de un reducido número de artistas. Crean forman rotundas y llenas de
color. La serigrafía no es un proceso muy práctico para ilustración, pero sí
para la creación de libros de edición limitada. La mayoría de los efectos
creados con esta técnica se pueden simular con el ordenador y programas como
Photoshop.
Tinta
Las ilustraciones a tinta son de realización rápida, a base de
trazos espontáneos, prácticamente imposibles de rectificar. Hoy en día el
dibujo lineal no tiene la misma popularidad de antes, pero se mantiene en los
libros de ilustraciones en blanco y negro para niños más mayores.
Tradicionalmente, casi todo el trabajo lineal se hacía con
plumilla y tinta. En la actualidad existen muchos tipos de rotuladores que
permiten todas las posibilidades de grosor y tipo de línea.
Rotuladores
Los ilustradores emplean los rotuladores en mayor medida que los
pintores artísticos. Es un medio que sirve para lograr coloraciones de tono
limpio y ajustado, contornos claros y una calidad final fácilmente reproducible
por medios fotomecánicos. Ofrecen un acabado limpio, pero también frío. En la
actualidad, las técnicas por ordenador han desplazado este tipo de
aplicaciones. Sin embargo, se siguen utilizando en combinación con otras
técnicas. Los más utilizados son los que contienen una base de alcohol. Una vez
secos, el color es indeleble y, al ser transparente, permite trabajarse por
superposición de tonos sin que se mezclen. El ilustrador profesional suele
trabajar con una gama muy extensa de colores, que le evita realizar mezclas, ya
que es muy difícil con esta técnica. Puede dar espléndidos resultados en
combinación con otros procedimientos como el pastel, los lápices de colores o
la acuarela.
Lápices de color
Su principal característica es la facilidad e inmediatez de su
utilización. Se maneja igual que un lápiz, con acabado poco graso, suave y
satinado. Se utiliza para originales de pequeño formato, ya que la intensidad
de su tono y la capacidad cubriente de su color son menores que las de otros medios.
Tienen como ventaja la posibilidad de ilustrar con un alto grado de detalle, la
permanencia y la inalterabilidad de los colores. Los lápices más duros permiten
mayor precisión. Los colores no se mezclan realmente, sino que se superponen.
El empleo más común de los lápices de colores es su combinación con acuarelas,
ya que realzan, sombrean y dan volumen a las formas previamente pintadas con
colores planos. Son los utensilios más cómodos y limpios de utilizar. Como
complemento de otros procedimientos resultan casi insustituibles para resolver
detalles menudos. Como medio exclusivo, sus posibilidades son mayores de lo que
aparentan.
Pastel
Los ilustradores raramente utilizan el pastel como medio de
trabajo exclusivo. Es una de las técnicas más utilizadas en conjunción con
otros procedimientos (acuarela, guache, acrílicos o rotuladores). Se trata de
barritas de color, que pueden ser al óleo y secos, aunque los más habituales
son estos últimos, quizá porque permiten obtener mejores efectos de mezcla. Tienen
una coloración mucho muy intensa, pero no permiten matizar con mucha precisión.
El pastel es lo más cercano al color puro. Permite obtener
coloraciones saturadas, con una calidad densa y aterciopelada.
La técnica del pastel permite trabajar a partir de trazos y
manchas que se difuminan para conseguir esas superficies aterciopeladas.
En los últimos años, el pastel se ha convertido en uno de los
medios favoritos de los ilustradores. Su calidad puede confundirse con la de la
pintura al óleo.
Acuarela
Es uno de los procedimientos más utilizados en ilustración. Es el
más funcional. No requiere muchos utensilios y permite un alto grado de
detalle. Facilita el coloreado de grandes superficies con un acabado de
calidad. Permite desde un coloreado muy suave hasta tonos más sólidos y opacos.
Tiene muchas ventajas, entre ellas, que ofrece muchas posibilidades de
combinación con otros procedimientos pictóricos. Se utiliza de forma sencilla y
directa.
Los colores son solubles en agua y transparentes. Su intensidad
depende del grado en que se disuelvan en agua. Se mezclan perfectamente entre
sí. Es de secado rápido y no necesita de otras sustancias especiales para su
empleo.
En ilustración, la acuarela se emplea de modo diferente a la
manera tradicional y pictórica de los acuarelistas artísticos. El proceso
comienza por un dibujo bien acabado, por lo general, a lápiz. Se empieza a
colorear por los tonos claros, diluyéndolos bastante en agua. Progresivamente
se pintan todas las zonas de la ilustración aplicando colores degradados en los
fondos amplios, humedeciendo la zona que se va a pintar antes de aplicar el
color. Así se consigue rebajar la intensidad. Al final se intensifican los
tonos superponiendo capas de color. Cuando la obra está seca se hacen los
retoques oportunos, donde pueden entrar otros procedimientos, ya que es
compatible con todas las técnicas de dibujo (tinta, pastel, lápices de colores
principalmente). La acuarela se emplea en primer lugar, y sobre esta base se
pueden utilizar todos estos otros procedimientos.
Pintura acrílica
Es el más moderno de todos los procedimientos pictóricos. Se
comenzó a utilizar hacia 1930. Fue la primera aportación importante a la
tecnología de la pintura en varios siglos. Aporta texturas y efectos ópticos
originales. Se trata de un material de secado rápido y base acuosa que supone
una buena alternativa a la pintura al óleo.
Los colores acrílicos son intensos y vibrantes. La rapidez de su
secado explica su importancia y popularidad entre los ilustradores
contemporáneos.
La mayoría de los profesionales emplean los acrílicos sin
combinación con otras técnicas, ya que por sí mismos logran cualquier efecto de
color, factura o textura.
Su versatilidad los hace adecuados para los estilos de ilustración
más variados.
Pintura al óleo
Tiene muchos elementos a favor y en contra. Su riqueza y
profundidad no se puede comparar con ninguna otra técnica, pero tiene muchos
inconvenientes para el ilustrador. Por eso se usa poco para ilustración de
libros infantiles.
Es un procedimiento de representación sumamente realista,
precisamente por eso ha caído en desuso como técnica de ilustración. Sin
embargo, todavía es empleado por los profesionales que buscan una obra
artística de gran calidad artesanal.
Entre sus desventajas más evidentes están el largo tiempo de
secado y la toxicidad de los disolventes. Hoy en día el mercado ofrece una gama
de pinturas con base al agua que imitan muchas propiedades del óleo pero sin
estos problemas.
Collage
Fue una aportación de los artistas de las vanguardias de
principios del siglo XX, del cubismo sobre todo. Es un producto gráfico que
abarca todas las técnicas imaginables. Su principio básico es la yuxtaposición
de superficies que, por su distinto color, textura, forma y tamaño dan lugar a
un conjunto interesante y sugestivo visualmente.
El interés de esta técnica reside en aprovechar las coloraciones
de los materiales originales, de forma que pueda reconocerse su procedencia. Es
muy importante la pericia artística y el talento para combinar colores, formas
y texturas.
Es una técnica muy sencilla que utilizan los ilustradores para
lograr interesantes efectos decorativos.
La importancia de la técnica del colage en la ilustración de
libros infantiles se debe a Eric Carle. Gracias a la tecnología digital, se
puede aplicar más deprisa y además se pueden rectificar errores fácilmente.
Informática
Hoy en día, su papel en el mundo de la ilustración de libros
infantiles es básico, y las obras producidas son cada vez más interesantes e
innovadoras.
La industria está dominada por el Macintosh de Apple. Se necesita
un escáner y una impresora de gran formato.
Para el trabajo de ilustración más básico, el programa ideal es
Adobe Photoshop, y para el dibujo, Illustrator. Los ordenadores se utilizan
principalmente para añadir colores planos a la línea hecha a mano y escaneada.