viernes, 14 de agosto de 2015

Otras técnicas de ilustración

            Dibujo

Todo ilustrador necesita dominar el dibujo, ya que es la base de cualquier ilustración. Normalmente se realiza a lápiz y de forma manual, pero en la actualidad también se suele trabajar directamente con el ordenador. Cada tipo de ilustración requiere un estilo de dibujo diferente.

Técnicas de impresión

 
Los procesos de grabado nacieron con la invención de la imprenta, y se han usado a lo largo de la historia por los ilustradores de libros infantiles para permitir su reproducción múltiple. Actualmente muchos de estos procesos, como la xilografía, el grabado al linóleo y la serigrafía, se siguen utilizando por los efectos estéticos que se consiguen. La xilografía y el linóleo han pervivido hasta el siglo XXI, y se mantienen vivos gracias a la habilidad de un reducido número de artistas. Crean forman rotundas y llenas de color. La serigrafía no es un proceso muy práctico para ilustración, pero sí para la creación de libros de edición limitada. La mayoría de los efectos creados con esta técnica se pueden simular con el ordenador y programas como Photoshop.

Tinta


Las ilustraciones a tinta son de realización rápida, a base de trazos espontáneos, prácticamente imposibles de rectificar. Hoy en día el dibujo lineal no tiene la misma popularidad de antes, pero se mantiene en los libros de ilustraciones en blanco y negro para niños más mayores.
Tradicionalmente, casi todo el trabajo lineal se hacía con plumilla y tinta. En la actualidad existen muchos tipos de rotuladores que permiten todas las posibilidades de grosor y tipo de línea.

Rotuladores


 
Los ilustradores emplean los rotuladores en mayor medida que los pintores artísticos. Es un medio que sirve para lograr coloraciones de tono limpio y ajustado, contornos claros y una calidad final fácilmente reproducible por medios fotomecánicos. Ofrecen un acabado limpio, pero también frío. En la actualidad, las técnicas por ordenador han desplazado este tipo de aplicaciones. Sin embargo, se siguen utilizando en combinación con otras técnicas. Los más utilizados son los que contienen una base de alcohol. Una vez secos, el color es indeleble y, al ser transparente, permite trabajarse por superposición de tonos sin que se mezclen. El ilustrador profesional suele trabajar con una gama muy extensa de colores, que le evita realizar mezclas, ya que es muy difícil con esta técnica. Puede dar espléndidos resultados en combinación con otros procedimientos como el pastel, los lápices de colores o la acuarela.

Lápices de color

 
Su principal característica es la facilidad e inmediatez de su utilización. Se maneja igual que un lápiz, con acabado poco graso, suave y satinado. Se utiliza para originales de pequeño formato, ya que la intensidad de su tono y la capacidad cubriente de su color son menores que las de otros medios. Tienen como ventaja la posibilidad de ilustrar con un alto grado de detalle, la permanencia y la inalterabilidad de los colores. Los lápices más duros permiten mayor precisión. Los colores no se mezclan realmente, sino que se superponen. El empleo más común de los lápices de colores es su combinación con acuarelas, ya que realzan, sombrean y dan volumen a las formas previamente pintadas con colores planos. Son los utensilios más cómodos y limpios de utilizar. Como complemento de otros procedimientos resultan casi insustituibles para resolver detalles menudos. Como medio exclusivo, sus posibilidades son mayores de lo que aparentan.

Pastel

Los ilustradores raramente utilizan el pastel como medio de trabajo exclusivo. Es una de las técnicas más utilizadas en conjunción con otros procedimientos (acuarela, guache, acrílicos o rotuladores). Se trata de barritas de color, que pueden ser al óleo y secos, aunque los más habituales son estos últimos, quizá porque permiten obtener mejores efectos de mezcla. Tienen una coloración mucho muy intensa, pero no permiten matizar con mucha precisión.
El pastel es lo más cercano al color puro. Permite obtener coloraciones saturadas, con una calidad densa y aterciopelada.
La técnica del pastel permite trabajar a partir de trazos y manchas que se difuminan para conseguir esas superficies aterciopeladas.
En los últimos años, el pastel se ha convertido en uno de los medios favoritos de los ilustradores. Su calidad puede confundirse con la de la pintura al óleo.

Acuarela

 
Es uno de los procedimientos más utilizados en ilustración. Es el más funcional. No requiere muchos utensilios y permite un alto grado de detalle. Facilita el coloreado de grandes superficies con un acabado de calidad. Permite desde un coloreado muy suave hasta tonos más sólidos y opacos. Tiene muchas ventajas, entre ellas, que ofrece muchas posibilidades de combinación con otros procedimientos pictóricos. Se utiliza de forma sencilla y directa.
Los colores son solubles en agua y transparentes. Su intensidad depende del grado en que se disuelvan en agua. Se mezclan perfectamente entre sí. Es de secado rápido y no necesita de otras sustancias especiales para su empleo.
En ilustración, la acuarela se emplea de modo diferente a la manera tradicional y pictórica de los acuarelistas artísticos. El proceso comienza por un dibujo bien acabado, por lo general, a lápiz. Se empieza a colorear por los tonos claros, diluyéndolos bastante en agua. Progresivamente se pintan todas las zonas de la ilustración aplicando colores degradados en los fondos amplios, humedeciendo la zona que se va a pintar antes de aplicar el color. Así se consigue rebajar la intensidad. Al final se intensifican los tonos superponiendo capas de color. Cuando la obra está seca se hacen los retoques oportunos, donde pueden entrar otros procedimientos, ya que es compatible con todas las técnicas de dibujo (tinta, pastel, lápices de colores principalmente). La acuarela se emplea en primer lugar, y sobre esta base se pueden utilizar todos estos otros procedimientos.

Pintura acrílica

Es el más moderno de todos los procedimientos pictóricos. Se comenzó a utilizar hacia 1930. Fue la primera aportación importante a la tecnología de la pintura en varios siglos. Aporta texturas y efectos ópticos originales. Se trata de un material de secado rápido y base acuosa que supone una buena alternativa a la pintura al óleo.
Los colores acrílicos son intensos y vibrantes. La rapidez de su secado explica su importancia y popularidad entre los ilustradores contemporáneos.
La mayoría de los profesionales emplean los acrílicos sin combinación con otras técnicas, ya que por sí mismos logran cualquier efecto de color, factura o textura.
Su versatilidad los hace adecuados para los estilos de ilustración más variados.

Pintura al óleo


Tiene muchos elementos a favor y en contra. Su riqueza y profundidad no se puede comparar con ninguna otra técnica, pero tiene muchos inconvenientes para el ilustrador. Por eso se usa poco para ilustración de libros infantiles.
Es un procedimiento de representación sumamente realista, precisamente por eso ha caído en desuso como técnica de ilustración. Sin embargo, todavía es empleado por los profesionales que buscan una obra artística de gran calidad artesanal.
Entre sus desventajas más evidentes están el largo tiempo de secado y la toxicidad de los disolventes. Hoy en día el mercado ofrece una gama de pinturas con base al agua que imitan muchas propiedades del óleo pero sin estos problemas.

Collage


Fue una aportación de los artistas de las vanguardias de principios del siglo XX, del cubismo sobre todo. Es un producto gráfico que abarca todas las técnicas imaginables. Su principio básico es la yuxtaposición de superficies que, por su distinto color, textura, forma y tamaño dan lugar a un conjunto interesante y sugestivo visualmente.
El interés de esta técnica reside en aprovechar las coloraciones de los materiales originales, de forma que pueda reconocerse su procedencia. Es muy importante la pericia artística y el talento para combinar colores, formas y texturas.
Es una técnica muy sencilla que utilizan los ilustradores para lograr interesantes efectos decorativos.
La importancia de la técnica del colage en la ilustración de libros infantiles se debe a Eric Carle. Gracias a la tecnología digital, se puede aplicar más deprisa y además se pueden rectificar errores fácilmente.

Informática

Hoy en día, su papel en el mundo de la ilustración de libros infantiles es básico, y las obras producidas son cada vez más interesantes e innovadoras.
La industria está dominada por el Macintosh de Apple. Se necesita un escáner y una impresora de gran formato.
Para el trabajo de ilustración más básico, el programa ideal es Adobe Photoshop, y para el dibujo, Illustrator. Los ordenadores se utilizan principalmente para añadir colores planos a la línea hecha a mano y escaneada.

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