1. El primer paso que se recomienda seguir a la
hora de comenzar una ilustración es visualizar cómo y qué queremos
reflejar en nuestra pieza gráfica. Si nuestro trabajo no tiene una
idea o fin preestablecidos y contamos con libertad creativa, podemos aprovechar
y buscar inspiración en revistas, webs comoPinterest, DevianART, Tumblr o Behance, o simplemente observando a
nuestro alrededor.
2. Una vez que tenemos claro qué
queremos ilustrar, podemos pasar a abocetar las primeras formas y
composición. Este paso se puede realizar bien a la manera tradicional, con
papel y lápiz, o bien a la manera digital, desde una tableta gráfica
directamente y con un software especializado como puede ser Adobe Photoshop.
Al tratarse
de un boceto inicial para una ilustración sencilla no es necesario que
invirtamos demasiado tiempo en sus detalles. Simplemente nos servirá como guía
sobre la que jugaremos en pasos posteriores. No obstante, cuanto más claro y
definido esté el boceto inicial, más sencillo nos resultará desarrollarlo.
3. El siguiente paso al papel
es trasladar nuestro boceto al ordenador. Podemos escanearlo o
fotografiarlo con una cámara o Smartphone. Si el boceto lo hemos realizado con
una tableta, este paso no será necesario, pues lo tendremos ya directamente
digitalizado.
4. Cuando
tengamos el boceto en el ordenador es el momento de vectorizarlo, lo podemos realizar con
diferentes programas. En este caso, utilizamos Adobe Illustrator y su
herramienta pluma para construir todas las formas planas que compondrán nuestra
ilustración. Tomando el boceto como guía, posicionamos los puntos de ancla y
jugamos a modificar las curvas y formas hasta conseguir el resultado deseado.
5. Una vez que contamos con las
formas planas de nuestra ilustración ordenadas por capas, podemos jugar
con su borde y su relleno e ir probando diferentes combinaciones de
colores hasta dar con una paleta que nos agrade. Esto último fue sencillo en el
caso del ejemplo ya que utilizamos la paleta corporativa de B12.
6. Con los colores y formas ya
definidos podríamos dar por finalizada la ilustración, aunque en nuestro caso
nos pasamos a Photoshop para darle más realismo a la pieza con
luces, sombras y texturas. En este paso es cuando podemos transformar una
ilustración plana en una realista, en función de la necesidad o gusto de cada
uno
7. Cuando estemos contentos con
el resultado, guardamos nuestro archivo y listo.
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